martes, 4 de agosto de 2009

Mujeres (casi) fatales


Ahora que el mundo discute si el trono de Angelina Jolie puede o no ser usurpado por la inquietante Megan Fox. Ahora que de Sharon Stone queda apenas el recuerdo de un cruce de piernas indecente y la memoria de Farraw Fawcett ha perdido todo intento de lujuria, es momento de echar un vistazo a aquellas mujeres que no llegaron a colocar sus piernas y bustos y labios imposibles en el parnaso de las femme fatales. Semi diosas que por una mala película, un mal escándalo (porque los buenos venden) o el simple designio de ese dios tirano y prepotente que somos los espectadores alrededor del mundo, no lograron convertirse en detonante masivo de perversiones secretas y comentarios indecentes en mitad de la noche. Mujeres que calentaron el banco de suplentes en vez de calentar las salas de cine, las pantallas de tv y el historial secreto de navegación de muchas computadoras hogareñas.
Lo que un día fue ya no será.

Elisabeth Shue.- Ya mostraba algo de sexualidad a pesar del tono adolescente de Karate Kid en donde interpretó a la chica imposible de Daniel San. Despues, ya crecidita, hizo el papel de su vida en la excelente Leaving Las Vegas eclipsando a Nicolas Cage y su miembro alcoholizado en una historia de amor y perversión al borde de la navaja. En Palmetto demostró que tacones altos, un vestido ajustado y una ventana silenciosa bastan para seducir a cualquier hombre; sin duda, una de las escenas más excitantes de la historia del cine.
Pero a partir de entonces, los papeles fueron menos generosos con su figura voluptuosa, quizá porque Holywood ha ido adelgazando progresivamente su estándar de belleza además de solicitar un cierto aire de intoxicación a las nuevas aspirantes a musas sexuales.


Elizabeth Berkley.- Era acaso la menos provocatica en Saved by the bell. El genial director holandes Paul Verhoeven (responsable de la creación del mito de Sharon Stone en Basic Instinct) trató de fabricar una nueva femme fatale transformando a la dulce Elizabeth en una chica de campo dispuesta a todo -literalmente- con tal de lograr sus sueños citadinos en la infravalorada Showgirls. Pero ni el desnudo, ni los bailes, ni el sexo en la piscina alcanzaron para darle a la rubia una chance verdadera de convertirse en sex symbol de la década del grunge.
Poco a poco, Berkley se fue perdiendo en apariciones apáticas en series como CSI o Without a trace y en alguna que otra película para la televisión.


Alyssa Milano.- Prometía y mucho desde que era la virginal hija de Tony Danza. Con Embrace of a Vampire (escena medio lésbica incluida) parecía que llegaba su transición definitiva al reino de las diosas sexuales. ¿Qué pasó luego? Inexplicable, pero ni las películas que protagonizó, ni su extensa participación en la mediocre Charmed alcanzaron para convertirla en una Chica-poster (o en una chica-savescreen si se quiere ir acorde a los nuevos tiempos)



Olga Kurylenko.- La única en la lista con posibilidades de cambiar el casi por un ya y es que le sobran virtudes y algo de edad -el reloj en Hollywood corre a paso acelerado- para lograrlo. Su presencia fue lo único destacable en las desastrosas adaptaciones de videojuegos de culto (Max Payne y Hitman). Pero cuando todos esperábamos una consagración definitiva como sex symbol gracias a su rol de chica Bond en Quantum of Solace, lo que obtuvimos fue un papel anodino, sin esa sensualidad perturbadora que se supone es la marca registrada de las mujeres que entran a formar parte del inventario del 007. Aún así la rusa de mirada ambivalente y cuerpo perfecto tiene crédito en este mundo frívolo y voraz siempre en busca de una nueva víctima para sacrificar en el altar de nuestros más bajos deseos. A ver si con ella olvidamos a la exótica pero insportable Megan Fox.

2 comentarios:

Mlogger dijo...

una seleccion acertada, excepto por Elizabeth Berkley que, para mi, nunca supo distinguirse de ser simplemente vulgar

chato del mal dijo...

Todas muy guapas, pero para mi Olga kurylenko se las lleva de encuentro.