jueves, 13 de agosto de 2009

Iván y Los Radiopostales: demos desde casa robada

Aburrido de no hacer nada. Iván decide tomar por asalto la casa de playa de un amigo al que solo busca cuando decide tomar por asalto su casa de playa. Lleva al exilio dos rones, gaseosas, café, diez cajetillas de cigarros e incontables bolsas de ajinomen. Aparte de los intrumentos, claro está. Y es que durante esos días en Casa Robada, Iván y Los Radiopostales -nomenclatura bajo la cual pretende ocultar que la mayoría de tonterías que compone y graba son culpa exclusivamente suya- se dedica(n) a registrar canciones sin el menor decoro o respeto por la normas no escritas de todo músico que se precie de serio. Algunos temas fueron hechos en el cuarto de baño para aprovechar la acústica mientras que en otros, si se pega bien la oreja, se puede oir el leve acompañamiento del mar. Trece días después, más gordo y con una barba deplorable, Iván lleva su disco recién parido a las disqueras. Ninguna lo acepta. Es así que decide publicarlo por cuenta propia antes de desaparecer nuevamente. Algunos dicen que regresó a Casa Robada, otros juran que consiguió trabajo. Lo primero es más probable.
No, mentira. grabé todo como siempre en mi cuarto. Pero quédense con la primera historia y descarguen el disco aquí. (y el anterior, por si no lo oyeron, acá)


1.- Recuerdo todo de ella menos su nombre
2.- Premoniciones (version 1)
3.- Balada transitoria
4.- Premoniciones (version 2)
5.- Viajera
6.- Será en el mar
7.- Noche común en un pueblo de puerto
8.- Fuck the bass
9.- Incoherencia a-go-go
10.- Qué haces tú?

Por cierto, aunque algunas canciones tuvieron antes un motivo y dedicación particular, mientras que otras son simple rejunte de palabras sin mensaje alguno, la totalidad del disco está dedicado a Cae, Olguita, Morris, el Chato y Gallito.

3 comentarios:

Mlogger dijo...

MUY BUEN disco compañero. felicidades

Olga dijo...

Gracias :)

Cri dijo...

No pues, hombre. Yo que soy fiel fanático de "Ivan y los Radiopostales" y no hay una dedicación para mi. A pesar de ello lo escucharé una y otra... y otra... y otra vez.