domingo, 4 de abril de 2010

(no) somos tan jovenes



esta noche no habrá hielo
en la vereda, y la pared
no será exilio de miedo
con canciones para tres

cruzando la carretera
en un páramo sin sed
la niñez de otros pelea
mientras entendemos que

no somos tan jovenes
para querer perdiendo el tiempo
no somos tan jovenes
para no ceder
no somos tan jovenes
para creer un momento
dura más por dejar un tajo en la piel

ser un hombre de respeto
ser una mujer de bien
y mudar al sur intentos por trascender
a él le quedan los domingos
a ella los jueves de piel
yo sorteo las madrugadas
para no reconocer

no somos tan jovenes
para evitar las apariencias
no somos tan jovenes
para envejecer
no somos tan jovenes
creer que experiencia
no es más que darle cara a esa pared

y a enamorarnos cada noche
y a estremecernos con la sal
un par de piernas como almohadas
una vereda que se vuelve mar

no somos tan jovenes...

(te la bajas aquí)

domingo, 17 de enero de 2010

Eternamente Bogart

Estudiante de medicina, marino en la primera guerra mundial, productor de teatro… Humphrey Bogart fue muchas cosas antes de una estrella de cine. Con una actitud y una manera de hablar opuestas a la luminosidad de los galanes de la época, le costó ganarse un lugar en Hollywood. Pero cuando lo hizo fue imparable. Ya fuese como detective privado que seducía mujeres a la vez que investigaba un caso o como el intratable dueño de un bar en Casablanca, Bogey estableció un prototipo de hombre cuya vigencia sigue hasta hoy: Enigmático, irónico, de modales rudos pero dueño de una honestidad infranqueable. Atributos que lució en 79 películas –tres nominaciones y un Oscar que le arrebató al mismísimo Marlon Brando incluidas- y también en la vida real. Basta recordar su protesta ante la caza de brujas del senador McCarthy en los cincuenta aún cuando muchos colegas engrosaban sus cuentas delatando supuestos comunistas. Con la misma actitud se despidió un 14 de enero hace ya cincuenta y tres años. Imposible olvidarlo desde entonces, encendiendo un cigarrillo antes de pronunciar una frase del tipo “Siempre nos quedará París.”


Pop bastardo

Dicen que para los músicos un disco es como un hijo. Este nació de una misma madre. Pero varios hombres se disputan la paternidad. Mezcla de exotismo azteca y actitud punk, la cantante Ely Guerra solicitó la participación de renombrados artistas de la escena latinoamericana -como Enrique Bunbury o Gustavo Santaolalla- para dar forma a Hombre invisible. El reto era que ellos pusieran una semilla (un fragmento musical, un pedazo de letra, una secuencia electrónica) sobre la cual Ely construyó cada una de las diez canciones que conforman un álbum de melodías oscuras y letras con alma de bolero. La promiscuidad, cuando musical, puede ser todo un arte.

sábado, 2 de enero de 2010

Es verano, chico!


Ni excesivamente indie ni demasiado comercial, ni mucho pop ni tanto rock, ni tan nostálgico ni tan actual... sino todo lo contrario.
Un puñado de canciones para hacer tu verano un poquito más feliz (incluso con tanta nube impertinente)
Buen año para todos.

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